Descripción
La larga dominación del Reino de Aragón sobre la isla motivó varias rebeliones a lo largo de los años. El pueblo sardo luchaba por su tierra, sí, pero no tanto en el sentido de propiedad de un determinado pedazo de suelo bajo el sol, sino más que nada por una cultura y una identidad, para que los españoles no terminaran por arrebatarles su lengua, su mitología, su música, su esencia. Luchaban por seguir siendo sardos.
Dago, por supuesto, no puede ser indiferente a un anhelo de esta clase. Y junto a Myrina, la jefa de piratas que lo acompaña en esta etapa de su vida, sumará su fundamental aporte a la causa.