Descripción
Al comienzo de cada ronda, todos los jugadores, excepto uno, colocan tarjetas de sonido en el tablero y sacan una ficha numerada de una bolsa para saber qué carta les ha tocado. Tómate tu tiempo para encontrar el sonido perfecto que represente el concepto que muestra tu carta de sonido. ¡Deberás hacer una buena interpretación para asegurarte que la identifican correctamente! Si eres el jugador que debe adivinar los sonidos, afina bien tu oído. Deberás poner-te unas gafas que te impedirán ver para concentrar toda tu atención en los oídos.
Cuando empiece a contar el tiempo, todos los fabricantes de sonido interpretarán su tema… ¡A la vez! A lo largo de 13 segundos caóticos, tu salón se convertirá en el auditorio más extravagante del vecindario. Las combinaciones de sonidos que pueden resonar a la vez son infinitas: mientras un genio sale de su lámpara, cae una bomba, alguien lucha contra un dragón, se disputa un importante partido de tenis y suenan los relámpagos en una noche tormentosa.
Al agotarse el tiempo volverá a reinar el silencio… Y es el momento en el que el encargado de distinguir los sonidos demuestre su pericia. Sobre la mesa habrá muchas cartas de sonido, tanto las que han jugado (e interpretado) el resto de compañeros como otras tomadas al azar. Cada carta adivinada suma un punto para todos, pero al primer fallo la ronda termina inmediatamente. Otro jugador asume el papel de escuchador y el resto toma tarjetas y fichas. Si a lo largo de la partida ganas suficientes puntos para alcanzar el final de la pista de sonido obtendrás la victoria. Pero cuidado… Cada carta de sonido que no se haya adivinado al final de cada ronda les hará perder vida, dependiendo de la ficha que tuviera asociada. Si su marcador con forma de corazón llega al final de su circuito, habrás perdido.
